El proceso comunicativo es esencial para la vida en sociedad, ya que permite que las personas se expresen y compartan información entre sí, establezcan relaciones, lleguen a acuerdos y sean capaces de organizarse.
Es importante reconocer que la comunicación es una necesidad vital humana, gracias a la interacción con otros y por medio de la comunicación, adquirimos conocimientos y desarrollamos nuestras opiniones, gustos, habilidades.

Por su parte, la comunicación social es aquella rama de la comunicación que se encarga de analizar las relaciones existentes entre los cambios sociales y los cambios en el modelo de comunicación. Estudia todas aquellas cuestiones que tienen que ver con el ámbito de la comunicación y la información, y el papel que juegan los medios y la industria cultural en la creación de estados de opinión.
Hoy en día, preservar la libertad de los medios de comunicación debe de ser una prioridad para la ciudadanía y para las instituciones, considerando que la libertad de expresión es “un requisito indispensable para la existencia misma de una sociedad democrática”, según la Declaración de Principios Sobre Libertad de Expresión.
No es posible hablar de un sistema democrático sin que haya medios de comunicación libres. Tampoco encontramos medios de comunicación libres en un sistema que no sea el democrático. Ambas son condiciones necesarias para coexistir, de ahí la importancia del tema.
La política se basa en gran medida en la comunicación. Esto se aplica para toda forma de gobierno, pero lo es especialmente para la democracia, donde está la oportunidad que tienen todos los ciudadanos de participar en las discusiones sobre política pública para la toma de decisiones colectivas. Sin embargo, el papel que desempeñan los medios de comunicación es complejo y ambiguo. Como recursos de poder, los medios de comunicación masiva pueden ser utilizados o no democráticamente, lo cual favorece u dificulta el desarrollo democrático en la sociedad.

Para el ejercicio democrático son necesarios los medios de comunicación independientes, profesionales y con compromiso social, como herramientas que posibiliten la libre circulación de información que mantenga a la ciudadanía al tanto de los hechos trascendentes en la nación y en el mundo, a la vez que permita hacer llegar a quienes gobiernan el sentir, las exigencias y las necesidades de la población. Es decir, no sólo transmiten información, sino que tienen la posibilidad de establecer diálogos entre gobernantes y gobernados y entre las distintas posturas de la ciudadanía, pero sobre todo ayudan a que la toma de decisiones democráticas vaya en el sentido de las mayorías.
Con base en lo anterior según la autora María de la Luz Casas Pérez, señala que dentro de un sistema democrático, es necesario tener algunas reglas para los medios de comunicación que deben ser cumplidas de manera correcta.
En primer lugar menciona, la función de mediación entre la sociedad y el Gobierno, vincular los asuntos de la ciudadanía con las acciones de gobierno. Tanto a los ciudadanos les es importante hacer llegar sus peticiones, quejas y sugerencias a los gobernantes en turno, como lo es para los gobernantes conocer las expectativas de la ciudadanía.
En ese sentido, los medios de comunicación se utilizan como intermediarios, haciendo llegar los asuntos del bien público o del bien común a las instancias políticas correspondientes.
La segunda, función de información de los asuntos de interés común, considerando que la información es fundamental para la formación de opinión pública y que en general un pueblo informado es un pueblo sabio, es indispensable que los medios de comunicación honren su función de informar veraz y oportunamente sobre las cuestiones que atañen a todos los ciudadanos.
El derecho a la información y a la libertad de expresión sobre asuntos de bien común deben ser entonces puntos relevantes para la comunicación y la política.
La tercera, función referencial y de convocatoria, consiste en establecer referentes concretos para la atención de los asuntos que deben ser dados a conocer por la opinión pública y de convocar a la acción con el propósito de que la política sirva a sus nobles propósitos de velar por el bien de la ciudadanía. Más allá de garantizar la venta de diarios o el rating en los medios electrónicos, el medio de comunicación se obliga a la búsqueda de la verdad, no en función de sostener los intereses de grupos o minorías, sino en función de atender a los asuntos que mayormente deben atraer la acción del gobierno.
Y como última regla y no menos importante, la función de retroalimentación. Un Gobierno no puede gobernar a ciegas por tal motivo, requiere del monitoreo permanente de la opinión pública y un seguimiento del tratamiento que la prensa le da a los asuntos de interés común.
Por ello, el Gobierno se obliga a sí mismo a establecer una permanente campaña de consulta y de relaciones públicas con el fin de supervisar continuamente el sentir de la población respecto de las acciones de gobierno. En este sentido, la acción de comunicación se establece en ambos sentidos, del Gobierno a la ciudadanía y de la ciudadanía hacia el Gobierno, haciendo de la comunicación una auténtica forma de vinculación política.
Esta perspectiva nos muestra el papel de la comunicación y de los medios de comunicación dentro del marco de la política, cuyo objetivo es dar soluciones a las demandas que afectan cualquier sistema social. El medio de comunicación se convierte así en un instrumento rápido y eficiente para hacer llegar la información y darle curso a las demandas sociales junto con sus posibles soluciones.

Basado en lo anterior, cabe señalar que la comunicación sigue siendo funcional para el logro de cualquier objetivo social o político, y que para las sociedades modernas los medios de comunicación son los mecanismos de mediación natural entre el poder político y la sociedad.
La trascendencia de los medios de comunicación en la sociedad atraviesa hoy en día por la libertad de expresión, el derecho a la información y la formación de opinión pública.
Reconocer la importancia de los medios de comunicación en las democracias es reconocer su papel como socializadores de información y respetar su carácter libre y autónomo para que puedan ejercer esta función tan importante en un sistema donde la pluralidad de opiniones es siempre necesaria.
Para construir opinión pública la ciudadanía obtiene gran parte de la información que necesita para actuar de los medios de comunicación, las redes sociales y el internet, por lo que se debe informar con imparcialidad, brindando todos los elementos de información para que la comunidad construya su propio criterio.
Por ello, la información que los medios de comunicación difunden es un requerimiento para garantizar la participación ciudadana y delinear así la opinión pública, los medios de comunicación no sólo generan información, cultura, educación y entretenimiento, sino que determinan los asuntos de interés público, señalan las prioridades gubernamentales y brindan a las audiencias información que favorece el ejercicio de su ciudadanía, razones por las cuales desempeñan un papel determinante en las sociedades democráticas.
La tecnología ha permitido la posibilidad de lograr mayor interactividad, diálogo e intercambio con sus públicos mediante un sin fin de plataformas. Como se ha dicho, ante la abrumadora cantidad de contenidos que nos rodean, el papel del buen periodismo, se vuelve hoy más necesario en términos de acercarnos contexto, sentido, explicación y seguimiento basados en rigor y método.

Mientras la democracia siga siendo la aspiración fundamental hacia la cual encaminar los esfuerzos de la vida pública, su componente participativo requerirá de información útil, relevante, oportuna, independiente y veraz, y ello es la razón de fondo por la que el periodismo profesional seguirá siendo necesario, considerando que hay mucho todavía por desarrollar para el logro de un orden más justo y democrático en nuestro país. Y los medios pueden coadyuvar mucho, si se lo exigimos los propios ciudadanos.
Con todo lo anterior, podemos concluir que la comunicación social si es una herramienta democrática, siempre y cuando se respete el derecho de libertad de expresión y con ello puedan cumplir un papel de variables independientes.
Gracias a la tecnología y los distintos medios de comunicación hoy en día, ha comenzado a surgir un periodismo responsable, distinto en sus temas, tratamiento y método, que está soportado por mercados publicitarios y públicos cada vez más exigentes con los contenidos mediáticos que consumen. Si bien el panorama sigue siendo de contraposición, en México ya hay aunque sean minoría, una serie de espacios en donde el periodismo tiene oportunidad de desarrollar esas funciones, aun a contracorriente del ambiente dominante y eso nos ayuda como sociedad a conocer las distintas opiniones e informarnos para poder crear una sociedad más democrática y bien informada.