La calidad de la ciudadanía en México

Tercer Trimestre
Boletin de Divulgación
Escrito por: Lic. Juan Antonio Juárez Valdez
Visitas únicas: Contador de Visitas Únicas | CEE PVEM Puebla

La calidad tiene dos pilares básicos: características y expectativas. Es decir, cuantificar los atributos que debe tener un ciudadano para poder cumplir un rol adecuado, productivo e íntegro.

¿Tenemos la calidad de ciudadano que el país necesita? ¿Qué formación necesita ese individuo?

El que no conoce su historia, está condenada a repetirla; mostramos un rezago educativo de 1821 a 1910 de 93%, solo un 7% de población estaba instruida, el otro tanto eran analfabetas. El conocimiento es poder, es construcción y deconstrucción de una sociedad que evoluciona a diario.

En México todo lo auténtico y noble es débil y efímero. Sólo es fuerte y duradero el poder de la mentira. Francisco Zarco, 1847. Solares (2011). La invasión/ 179.

Los mexicanos no creen en nada, ni en ellos mismos; desconfían el uno del otro y por lo mismo, son incapaces de unirse y de construir una morada común de acuerdo a los deseos de las mayorías. Robert T. Walker, 1846. Moreno (2004). México mutilado/ 233.

Invito al lector de este artículo a reflexionar ¿Qué tan alejados estamos de estas referencias históricas? La carencia de valores, la imperativa secuencia de costumbres y tradiciones que nos apegan a la lenta evolución de nuestra sociedad. Santificación de la pobreza e inquisición hacia la riqueza, nos hacen una población adiestrada y dogmática que consume el libre pensamiento y opaca el juicio constructivo.

Tenemos dos grandes crisis en nuestro entorno: integridad y orientación vocacional. Interactuando con la juventud es preocupante ver la cantidad de estudiantes que no están en el lugar correcto tenemos médicos, periodistas, cocineros etc. En una ingeniería lo cual provoca una falta de auto realización en el ser y por lo tanto una poca funcionalidad de muchos ciudadanos que ya cumplen obligaciones ante la ley. Vemos una afirmación del ser en pertenecer y tener a cualquier costo lo cual nos lleva a un maquiavelismo que nunca será óptimo para el crecimiento de los individuos y menos para el conjunto de ellos. Generar instrumentos de gestión destinados a influir en las actitudes; con el fin de que las diversas personas y grupos se comprometan a procurar, alcanzar y mantener una mejora en los estándares que buscamos de un individuo.

Principios como: responsabilidad, honestidad, respeto y coherencia son estándares que nos ayudan a formar ciudadanos íntegros. Es un proceso que se debe llevar y transmitir en casa; los principios se enseñan y los valores se ejemplifican de manera coherente al ejecutarlos.

Debemos diferenciar entre la honestidad y la integridad, una persona puede ser honesta hasta llegar al cinismo, la honestidad es pública, la integridad es privada. Urge la formación de líderes con principios firmes que promuevan una modificación en los patrones de conducta para la ciudadanía.

Integridad:
• El valor de hacer lo correcto a pesar de las consecuencias e inconvenientes.
• Hacer lo correcto, aunque nadie nos esté mirando

Honestidad:
• Coherencia y sinceridad al actuar, con base a la verdad y justicia. Es la ausencia de mentiras trampas robos etc.

Con ciudadanos íntegros podemos obtener una sociedad justa y equitativa en todos los aspectos de nuestra vida diaria, debemos trabajar el ser responsable y no estar pendientes a la vigilancia “impuesta”. El cumplir nuestras obligaciones y ejercer nuestros derechos de manera correcta forma parte de una armonía social.

Romper las ataduras de adiestramiento y exigir condiciones de equidad a los gobernantes en turno forjará una sociedad más igualitaria y por ende una mejor calidad de ciudadanos.

Nuestra calidad como ciudadanos se demuestra en tener actitudes íntegras en todas las actividades cotidianas que realicemos. Respetar los reglamentos y leyes, erradicar el pensamiento del tantito, si no fue mucho, no había nadie y tantas excusas que desean validar una falta, para suavizar o evadir la sanción. Pareciera que en nuestro ADN están gravadas frases como: “el que tranza no avanza”, “más vale conocido, que conocimiento”, “es la primera vez que lo hago”, “no sabía” etc. La información es poder y el poder bien ejercido como ciudadanos establecerá un medio sano y razonable que propicie el crecimiento del individuo para establecer un sistema de competencias justas y nos lleve a la meritocracia. Los mejores elementos en los perfiles requeridos, actitudes maduras que propicien el desarrollo óptimo de nuestro país; para obtener y conservar ciudadanos de calidad.

TOP