Hace 100 años, la radio comenzaba a lanzar mensajes al infinito y establecer un puente - sin importar la distancia- entre seres humanos que seguían su naturaleza de difundir. La prensa ya llevaba ventaja en este terreno, pero era más difícil su acceso por el alto grado de analfabetismo en el mundo por eso la radiodifusión creo un parteaguas en la difusión de ideas e impacto en masas. Después vino la televisión y lo demás es historia que todos conocemos.
Los medios de comunicación buscan atender nuestra necesidad de expresarnos, dar a conocer en lo que creemos y al final, influenciar a quien nos rodea. Esto para llegar a otra parte de la humanidad que es formar grupos con pensamientos semejantes para la supervivencia de grupo o especia, en pocas palabras, crear una sociedad.
Casi llegando al primer cuarto del siglo XXI, el caudal inmenso de información que nos bombardea diariamente nos hace estar en una insoportable levedad del ser, que nos empuja a estar inquietos y estar revisando cada 5 minutos nuestro móvil que contiene los suficientes datos celulares para que las 24 horas echemos una mirada a esta ventana cada 4 minutos (o menos) para saber que rueda en el mundo y no quedarnos fuera de él y tener el poder de decisión en todos los aspectos de nuestras vidas, uno de ellos es poder decidir cómo y quién nos represente en la colonia, fraccionamiento, alcaldía, municipio, estado o país en el que vivimos.
Hay varios puntos en los cuales debemos concientizarnos para darnos cuenta sí somos realmente entes con la suficiente información, adecuada y selecta para escoger lo mejor para nosotros y nuestra sociedad. Tuvimos una amena charla con el Lic. Alberto Esquivel Villar, comunicador y coautor de los libros “Las Mil y Una Radios”, así como de “Días de Radio”.

Él nos plática que cualquier persona puede dar su punto de vista sobre la actuación de los funcionarios públicos, de los políticos, de los partidos. Puede subir un video a Youtube, puede interactuar en Facebook, puede hacer lo mismo en Twitter, en Tik Tok; y esto tiene una importancia mayor, toda vez que alguien que en décadas pasadas pudiera pasar totalmente desapercibido, hoy por hoy puede hacerse una comunicación incluso viral, que puede tener una repercusión de manera directa en el poder, en el desarrollo incluso de políticas públicas. Cuando esta viralidad empieza a tejerse, ejerce una presión política, ya que, en una democracia, donde el funcionario, el político, el gobernante, comienzan a estar atento al sentir del ánimo social y ese termómetro pueden ser estos medios que son las redes sociales. Si son sensibles y están atentos, en un momento dado puede dar lugar a cambios en alguna línea que vienen manejando.
Le preguntamos a Alberto cuáles son los medios más democráticos, los tradicionales o las redes sociales actuales y comentó: …” yo creo que los más democráticos son las redes sociales que te permiten comunicar y decir algo. La radio es un medio que obedece a líneas editoriales que -en un momento dado- si abren sus micrófonos a opiniones diversas pero tienen una línea, al igual que la prensa que muchas veces tiene una tendencia editorial como la televisión y ha sido esto una constante.
Recordemos esos tiempos donde dos televisoras pulsaban en el sentir social y lo volteaban, lo llevaban y era el modo de pensar hasta de una nación en un momento dado o así querían que se percibiera. Hoy por hoy, en este juego democrático, en esta posibilidad de que todos podemos decir algo, eso lo posibilitan estos medios digitales que están viviendo un boom y una fuerza que no se imaginaba. Pero insisto, hay que tener mucho cuidado porque estas redes también pueden ser inyectadas a través de dinero, no a través de bots, donde se pueden generar también o contrarrestar tendencias de manera democrática, de manera espontánea, de manera en el que los ciudadanos quieran expresarse. Puede ser en alguna medida también socavado, obstaculizado o minimizado a través de opiniones respecto de eso. Pero partiendo del presupuesto anterior, me decanto por esta posibilidad que nos dan los en las redes sociales.
Se le cuestionó si en estos tiempos realmente existe una democracia generada por la información que se difunde y nos comentó lo siguiente: “sí, en ese sentido de los usos y posibilidades, eso es bueno para la salud democrática. Sin embargo, puede llegar a ser contraproducente al tenerse la posibilidad de crear perfiles falsos y a partir de ahí se deforma la información, sin sumar nada y dañando la opinión pública, agregando que falta una regulación sobre estos medios nuevos a nivel mundial”.

El investigador Alberto Esquivel prosigue su análisis muy emotivo con el reciente caso de la caída de Facebook, Instagram y WhatsApp; mencionó que ese suceso dio lugar a que mucha gente no se pudiera comunicar. Es decir, ya estamos habituados de utilizarlos y en ese momento muchas personas se sintieron perdidas y desesperadas; dejando en evidencia que somos adictos al flujo de información constante y demostrándose que se tiene el poder de silenciar a la opinión pública, pero también se puede dejar de incidir en ella, en temas torales, de controversia, coyunturales de política; entonces es otra parte importante de la ecuación en el juego democrático de las naciones, donde vemos en el escenario global que esto puede ocurrir.
El rumbo de la charla fue hacía la pregunta de qué si las grandes cantidades de datos que nos bombardean diariamente influyen en grados altos para tomar decisiones de voto y expresó que en estas sociedades hiper comunicadas, por supuesto puede incidir en el resultado electoral; algo que se diga o se deje de decir e incluso desde los hilos superiores del control de estas redes puede ser. Se ha establecido en algunos estudios de neurociencia que existe una especie de adicción a estar enterados de todo por una necesidad de no perderse y pertenecer, tomando estos indicios para poder ser aprovechados en el caso de las campañas políticas, buscando tratar de incidir en el electorado a través de mensajes en todo momento. Esto no se puede detener a menos que te desconectes, pero actualmente no se puede vivir así ya que en medios tradicionales y redes sociales está el bombardeo.
La verdad es que ha faltado mucha imaginación para lograr hacer campañas para lograr conectar con la audiencia y realmente informarle y decirle por qué cada partido político o candidato es una oferta o es una alternativa para ejercer el voto en una sociedad democrática. Eso en lo que corresponde a los medios tradicionales, donde por ley tienen esta posibilidad de tener esa presencia. Todavía hay un gran agujero en la parte de la regulación de las redes sociales, pues ahí igualmente empieza a llegar esta información de manera constante. Ante todo, este tsunami informativo que puede llegar a tener una mesura, pero aquí hay que señalar que cada persona, cada elector, debemos tener la conciencia y la responsabilidad de buscar la información y no depositar la confianza solamente en el actor político. En este juego democrático, tenemos que participar, porque se tiene el poder de decidir y de poner, de colocar en el puesto de poder al senador, al, al diputado, al jefe de gobierno, al alcalde, al presidente, etc. Y de esa manera se asume ese papel más proactivo donde yzo me informaré y tendré un criterio más definido con información que incluso contraste con otra y me permita tener una decisión responsable.

Alberto reflexiona y comenta: “Yo creo que la congruencia, la estrategia, debe ser bien pensada, bien ejecutada para que logre conectar con la audiencia pero fundamentado desde la parte de la ética y de la verdad; de conducirse como una persona congruente, que lo que dice, lo cumple y ejecuta una vez obteniendo el voto del electorado.
Para finalizar, el Lic. Esquivel nos externa cómo ve la coyuntura de los medios de comunicación, la democracia y el poder en estos días: “Pues estamos ante muchas cosas que se están definiendo en el panorama actual. Me gusta la posibilidad de que tengan todas las personas el poder de ofrecer un mensaje y llegar con un celular y puedan generar un podcast, un video, un mensaje; ahí tenemos la clave: COMUNICACIÓN DIRECTA, saber a quién se lo digo y como lo digo; eso es maravilloso. Los medios tradicionales también tienen esa posibilidad que la veo un poco más acotada, sin embargo, pues muchos de ellos se preocupan por tener todas las voces, por tener todas las expresiones, por generar un contenido plural, lo cual es -desde la lectura de la sociedad- una lectura de una sensibilidad democrática. Esto es bueno. Sin embargo, el otro de los retos que están en este escenario, donde la tecnología avanza constantemente, está en la regulación en que se puedan poner reglas claras, candados eficientes para que, en un momento dado, no por esa posibilidad que tengamos de que tener el acceso a la comunicación se caiga en excesos. Aunque, dicho sea de paso, en un momento dado prefiero que haya ciertos excesos en la forma de decirlo, pero que todo el mundo tenga la posibilidad de hacerlo. Ahí está el escenario, donde hay una posibilidad de poderse comunicar. Pero si este corresponde a legisladores, autoridades y a la sociedad en su conjunto, encontrar las reglas para que en el juego democrático participemos todos y sea una democracia, como en su momento lo dijo por ahí un intelectual: Una democracia de carne y hueso de manera plena.
Gran charla con Lic. Alberto Esquivel Villar, comunicador y coautor de los libros “Las Mil y Una Radios”, así como de “Días de Radio”, dejamos la charla en la mesa, donde ustedes tienen el derecho a decidir y a informarse de la mejor manera para ser responsables de su destino, del destino de todos.